Perfil botánico: Manzanilla
La manzanilla es una de las plantas más conocidas en la medicina tradicional. También la planta tiene un efecto positivo en el metabolismo de la piel.
Distribución
La manzanilla (Matricaria chamomilla) pertenece a la familia de las Asteráceas (margaritas) y es una de las plantas más conocidas en la medicina tradicional. Sus orígenes se encuentran en el Cercano Oriente y en Europa del Sur y del Este; hoy en día está muy extendido en la mayor parte de Europa, Norteamérica y Asia. La manzanilla florece en el verano en lugares soleados y puede encontrarse creciendo en campos, jardines o a lo largo de la carretera.
Flores
La planta crece muy rápidamente y comienza a florecer en pocos meses. Si no germina hasta finales del verano, se formará una roseta y florecerá en el segundo año. Compuestas por flores de rayas blancas y flores tubulares amarillas, las flores de manzanilla tienen unos 2 centímetros de tamaño y se extienden individualmente sobre largos tallos hacia el sol. Una característica especial de la manzanilla es el receptáculo hueco en la base de la flor. Si se corta a lo largo, la flor parece encerrar una gota de aire. Las flores de manzanilla tienen una fragancia distintiva y agradable. El aceite esencial de manzanilla se extrae de las flores mediante destilación por vapor. Mientras que la mayoría de los aceites esenciales son de color amarillo, el aceite derivado de la flor de manzanilla es azul oscuro, lo que es muy inusual.
Hojas
Las hojas de manzanilla se distinguen porque no tienen una superficie amplia, sino que están divididas en segmentos lineales finos, como si estuvieran compuestas sólo por las venas de las hojas. Las hojas parecen ligeras y aireadas, casi como plumas. Cuando se tocan, desprenden una fragancia fresca, dulce y aromática que es particularmente refrescante en los días calurosos.
Usar
Esta planta medicinal contiene varios ingredientes activos, como flavonoides, mucílago, polisacáridos y aceite esencial. Tiene propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas y antibacterianas. Cuando se usa externamente, la manzanilla promueve la curación en casos de daño a la piel y a las membranas mucosas. La manzanilla también tiene un efecto positivo en el metabolismo de la piel. Estimula el metabolismo de la piel, favoreciendo la regeneración de los tejidos y aliviando la inflamación.