El aceite de coco puro se derrite en la piel y deja un notable efecto de frescor. Forma una película protectora sobre la piel que retiene la humedad de ella, lo que lo convierte en ideal para el cuidado de la piel seca y sensible. La fragancia típica y característica del aceite de coco deja un aroma agradable, incluso en los productos no perfumados.