Granada: un ingrediente eficaz para el cuidado de la piel y los cosméticos

La granada (Punica granatum) es una de las plantas cultivadas más antiguas del mundo: se cultiva desde hace unos 5.000 años. La planta es originaria del suroeste de Asia, en particular de Irán y Afganistán. En la actualidad, la granada se cultiva principalmente en el Mediterráneo, Oriente Próximo, la India y Sudamérica. En muchas religiones y culturas se ha considerado desde la antigüedad un símbolo de vida, fertilidad y fuerza. En su duro entorno nativo de Oriente, simboliza la abundancia y la vitalidad. El granado puede alcanzar los cinco metros de altura y vivir hasta 200 años o más. Sus frutos, discretos pero robustos, son duros, coriáceos y de vivos colores por fuera, y jugosos y afrutados por dentro.

Las sustancias activas contenidas en las granadas son ideales como componentes del cuidado facial. En Weleda, desarrollamos nuestros productos con una comprensión holística de los cambios que se producen en la piel con el paso del tiempo. Prestamos la misma atención al aspecto externo y a las sustancias activas de las plantas, y las utilizamos para tratar etapas específicas de la vida. Los productos Weleda de Granada desarrollados con este enfoque apoyan las funciones fisiológicas y la vitalidad de la piel. La composición holística también está diseñada para apoyar nuestro sentido de confianza y resplandor interior. La propia fruta muestra paralelismos con la fase de la vida que comienza alrededor de los 40 años. Una granada madura muestra rastros visibles de madurez en el exterior. Su cáscara robusta y firme protege su preciado contenido: semillas gordas, costosas y llenas de vitalidad. Si se observan más de cerca, los sépalos y estambres del periodo de floración aún son claramente visibles en el extremo exterior. El árbol da frutos y flores al mismo tiempo. La granada desprende juventud y madurez al mismo tiempo.

Con el paso del tiempo, nuestra piel se vuelve más vulnerable a las influencias externas y tarda más en regenerarse. Uno de los factores responsables de estos cambios son los radicales libres, que atacan las células del organismo, en particular las proteínas y otras sustancias de nuestras células y tejidos. A medida que envejecemos, disminuye la capacidad de la piel para interceptar estos radicales libres, y su protección natural contra ellos se desequilibra. Cada vez quedan atrapados en la piel más radicales libres que pueden dañar las células. El estrés oxidativo adicional derivado de factores ambientales como la luz UV excesiva, el ozono, el humo del tabaco o el alcohol puede acelerar este proceso.

Las propiedades del aceite de granada prensado en frío lo convierten en un componente ideal para el cuidado de la piel a partir de los 40 años. Las semillas de granada tienen un contenido medio de aceite de entre el 12 y el 20 por ciento. Lo que hace verdaderamente especial al aceite de semillas de granada es el ácido punícico que contiene. Este ácido graso poliinsaturado pertenece al grupo omega-5 de los ácidos grasos. Representa aproximadamente la mitad de los ácidos grasos contenidos en el aceite. El preciado aceite se extrae de las semillas secas de la granada.

Propiedades y usos del aceite de granada:

• aceite de color amarillo a rojizo
• efecto antioxidante
• favorece la renovación celular y la regeneración de la piel
• excelente aceite nutritivo para pieles envejecidas, estresadas y secas

El aceite de semillas de granada, y especialmente el preciado ácido punícico que contiene, tiene un potente efecto antioxidante y puede ayudar a eliminar los radicales libres. También estimula la renovación celular. Esto convierte al aceite de semillas de granada en un excelente ingrediente activo natural para la piel envejecida.

Weleda aprovecha el poder de la granada para activar los ciclos regenerativos innatos de la piel y contrarrestar el envejecimiento prematuro. La piel se vuelve más firme, se siente más tensa y su luminosidad natural se ve reforzada.

La línea de Cuidado Facial Reafirmante de Weleda con granada y péptidos de maca aprovecha el poder de estos ingredientes naturales para contrarrestar los signos del envejecimiento cutáneo. En el corazón de estas innovadoras fórmulas se encuentra una combinación única de aceite de semilla de granada antioxidante y péptidos de raíz de maca orgánica, que potencia los procesos de regeneración natural de la piel. Especialmente desarrolladas para pieles de más de 40 años, estas fórmulas hidratan, reducen las arrugas y mejoran la elasticidad y el tono, contrarrestando los signos visibles del envejecimiento. Para una piel más firme y radiante.